Por: Oswaldo Ceballos
Si no están coludidos algunos de los empleados de instituciones bancarias con ciertos robos a cuentahabientes entonces los asaltantes tienen poderes de clarividencia.
Miren que saber exactamente la persona que lleva una cantidad fuerte de dinero no es cualquier cosa, bien podrían estar “cazando” a las víctimas en los alrededores pero esa precisión es sumamente sospechosa.
Aunque son las propias autoridades quienes tienen la chamba de decir si en algunos casos hay participación de los empleados o no.
Mientras eso sucede (o le dan carpetazo y que se nos olvide el tema), te daré un breve recuento de asaltos a clientes de bancos que sufrieron los atracos justo después de hacer el retiro de varios miles de pesos.
9 de enero 2020; el más viralizado al momento donde un hombre encaró a la cajera de Santander en hechos ocurridos en Boca del Río, Veracruz. Le quitaron 76 mil pesos y ahora la empleada del banco ha formalizado una denuncia contra el asaltado ya que supuestamente no existe ningún vínculo entre ella y uno de los delincuentes.
13 de enero 2020; dijeran en mi rancho: “el colmo”, ya que un diputado federal por MORENA, Emmanuel Vargas le tocó la de malas y en ese momento fue en una sucursal de Bancomer en Atzcapotzalco donde le arrebataron 80 mil pesos y de igual forma encaró al cajero acusándolo de ser coparticipe del asalto.
También el 9 de enero de 2020 pero en Ciudad Juárez, Chihuahua se registró un nuevo asalto pero con trágicas consecuencias ya que al joven atleta Martín Loera le dispararon y le quitaron la vida todo para robarle 50 mil pesos que había retirado por el pago de su beca deportiva.
El 15 de enero de 2020 al tesorero del municipio de San Andrés Tenejapan, Matero Martínez le quitaron 300 mil pesos correspondiente al pago de nómina cuando salía de una sucursal bancaria ubicada en Orizaba.
Vamos un poco más atrás, al 22 de junio de 2018 donde pasó algo similar a los hechos de Boca del Río pero en Ciudad de México y con una sucursal de Bancomer donde al igual a través de un video una mujer reclamaba: “Tú fuiste la que atendiste. ¿Quién chingados le va a decir que ahí traigo tanto dinero? Y hablas con el puto gerente. Quiero mi dinero. No llevo ni diez metros cuando me van a asaltar y me dicen: ‘dame los 90 mil pesos que sacaste del banco’. No sé quién chingados me vaya a pagar este dinero”.
Y así se sabe de atracos similares en León, varios casos en CDMX, otro más en San Rafael (Veracruz), Guanajuato, etcétera.
Entonces, las medidas que deben tomarse a partir de todas estas situaciones deben ser de extrema precaución y créanme como un humilde consejo: no confiar de nadie.
Me refiero, también gente muy cercana a quienes buscan retirar dinero de los bancos resultan sospechosos porque algo es cierto, en muchos de los casos alguien dio el mentado “pitazo”.
El problema es que hasta donde se sabe, no han existido “avances” en ninguno de esos casos y la impunidad persiste.
Por supuesto que no podremos descartar, de ninguna manera, que en otro porcentaje de los casos haya complicidad de empleados bancarios.
Mejor no digo más, no me vayan a denunciar.