El nepotismo de Vicente Aguilar

Iván Calderón

La chamba de Cuitláhuac

El mensaje político que ha dado desde el inicio de su gestión la presidenta Claudia Sheimbaun ha sido bastante firme, al asegurar que el próximo año enviará una iniciativa a la cámara de diputados para que ya no se dé la reelección, ni tampoco el nepotismo en las próximas elecciones.

Si bien es cierto que aún no es ley y que, la misma pudiera aplicar hasta el siguiente proceso electoral, MORENA y aliados tendrían la obligación moral de respetar lo dicho por la jefa del ejecutivo y con esto, ningún presidente o presidenta emanados de la 4T podrán apoyar a familiares directos.

Dicho lo anterior, en el municipio de Alto Lucero, tierra de Paquita la del Barrio, el diputado y alcalde con licencia Vicente Aguilar “Chetin” nos cuentan, que anda muy nervioso porque de aplicarse esta instrucción presidencial, se le vendrían a descubrir toda una serie de anomalías durante su administración, teniendo que justificar más de $20 millones que andan “perdidos” y que el ORFIS ya le detectó como daño patrimonial.

Vicente Aguilar, quien también apostaba a que su papá del mismo nombre lo acompañara como diputado local “pluri”, pretende poner a su esposa Romina Arroyo (oriunda de San Andrés Tuxtla) como candidata a la alcaldía; sin embargo, esto no pudiera concretarse por decisiones del alto mando y estarían en un dilema, ya que no cuentan que un plan “B” que los respalde en la candidatura.

Y es que no es ningún secreto que la fuerza política de los que se creen dueños del partido del Trabajo va a la baja y que incluso algunos actores ven a la diputada Elizabeth Morales como la opción para dirigir los destinos de este instituto político.

Pero esa es otra historia.

Por lo pronto, el legislador local se defendió señalando que a su parecer estaría contendiendo por la alcaldía de Alto Lucero, quien salga mejor posicionado en las encuestas, y como chiste señaló que su cónyuge ha realizado una excelente labor, además de que ya no es alcalde de esta población.

Ya veremos en qué queda la cosa.

POR CIERTO, tal parece que el próximo puesto del aún gobernador Cuitláhuac García es de tal importancia que desde el triunfo de Rocío Nahle no ha dejado de ser objeto de estudio.

Que si estorba, que si no lo quiere el hijo de AMLO, que si quería una embajada en Cuba o Colombia para andar bailado salsa eso sale sobrando.

Cuitláhuac, como todos los gobernadores salientes ocuparán algún lugar en el Gobierno de la República, ya si es la Secretaría más grande o la dirección de asuntos sin importancia, es otro tema; lo cierto es que el xalapeño tiene asegurada la chamba por seis años más.

Caray, al Cuic se le da más interés del que merece, y de todos modos seguirá siendo “15-30”.

¿O no?

@IvanKalderon


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