El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que existía una conspiración para destruir a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pero ahora su gobierno está poniendo orden y evitando saqueos.
Ante las críticas de la Iniciativa Privada (IP) a su plan eléctrico, el mandatario dijo que existe inconformidad porque en otras administraciones el poder económico estaba por encima del político.
Además, consideró que están en su derecho de presentar amparos ante las instancias correspondientes, pero ahora México –agregó- “ya no será tierra de conquista”.
“El gobierno que encabezó representa a todos los mexicanos y eso es lo que distingue a la “nueva etapa que ese está viviendo en México: ya hay una separación entre el poder económico y políticos”, dijo.
El mandatario también se dijo sorprendido que algunos empresarios defiendan este proceso de corrupción, y ahora no sólo use a los medios nacionales para desprestigiar a su gobierno, sino van con los internacionales: “es una decadencia”.
Recodó que el modelo neoliberal dejó de invertir en el sector energético, porque el objetivo era destruir a Pemex y a la CFE, por lo que ahora se cumple con el mandato constitucional en el que se establece que es el Estado es el responsable de planear y ejecutar las políticas públicas.
Antes, reiteró el presidente, nada más dominaba el poder económico y no se atendía el interés del pueblo de México.