El Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) documentó que cuatro de cada 10 niños menores de 12 años que atiende están padeciendo algún trastorno emocional como consecuencia del confinamiento en casa, que se manifiestan en situaciones como incapacidad de concentrarse en tareas escolares, cuadros de hiperactividad, insomnio o pesadillas. También incremento en las rabietas o berrinches y una constante preocupación de contagiarse de COVID-19.
Básicamente se manifiestan como ansiedad y depresión, esos son los cuadros que han venido presentando los niños al estar en casa ya durante casi 60 días”, explicó la doctora Claudia Sotelo Arias, directora del CEEPI.
En entrevista con Excélsior, expuso que esta situación se acentúa en niños de familias que tenían problemas emocionales antes de la pandemia.
Es decir, familias, en donde había violencia y maltrato por parte de los padres hacia los niños o entre los padres, esto es uno de los factores; nos hacen referencia mucho a que ahora que está la escuela en casa, y que papá y mamá son los que se han tenido que hacer cargo, pues muchas veces se terminan desesperando y maltratando a los niños más allá de lo físico, que va desde el jaloneo hasta decirles burros o tontos”, detalló la especialista.
Padres también que han tenido que seguir laborando y que vienen dedicando poco tiempo a los niños, es otro de los factores, padres también con adicciones. La sobrecarga de la información es otro de los motivos para que se presenten estos trastornos en los niños”, acotó.
Ante ello, la especialista destacó que el estado emocional de los adultos para enfrentar esta situación es clave, pues si los papás mantienen la calma, tratan de entender y poner en práctica las medidas de seguridad, los niños también lo harán.
Recomendó llevar a cabo rutinas para que los niños entiendan que no están de vacaciones, pero al mismo tiempo ser flexibles y alternar los horarios de las tareas.