A 24 días de que diversas universidades, entre ellas la UNAM y el IPN separaron a sus estudiantes de los hospitales públicos del país, a fin de minimizar el riesgo de que se contagiaran de coronavirus, se prevé que durante la primera quincena de mayo regresen a unidades médicas en las que no se atienda a pacientes con esta enfermedad.

De acuerdo con un oficio de la Dirección General de Calidad y Educación en Salud (DGCES) se informó que los médicos internos de pregrado (MIP) que fueron retirados por el periodo del 7 al 30 de abril, deberán ser reincorporados en las unidades de salud no destinadas para atender a personas con Covid-19.

“Será de manera gradual dentro de la primera quincena de mayo. En esta fase 3, los MIP sin factores de riesgo deberán permanecer en las unidades médicas por jornadas no mayores a 24 horas y deberán retirarse al término de la misma. En lo posible deberá respetarse el esquema de guardias A-B-C-D y no ser más frecuentes de A-B-C”, indica el documento al que tuvo acceso EL UNIVERSAL.

El oficio firmado por Javier Mancilla, titular de la DGCES, enfatiza que aquellos MIP que tengan alguna condición de riesgo para desarrollar complicaciones en caso de tener Covid-19, como embarazo o en lactancia, enfermedades crónicas como obesidad mórbida, insuficiencia renal, lupus, cáncer, diabetes, hipertensión o inmunosupresión adquirida, seguirán fuera del servicio sin perder el apoyo monetario.

Arturo, quien pide el anonimato, es estudiante de Medicina en la UNAM, y médico interno de pregrado en un hospital de la Secretaría de Salud, y revela su preocupación de que los obliguen a regresar en los próximos días a las clínicas a pesar de que está activa la fase 3.

“Estamos en la fase 3, que es de mayor riesgo y yo digo: ‘Bueno me contagio porque no estoy exento de nada, quizá me afecte menos por la edad, pero si llegara a contagiar a mi abuela, la verdad es importante el internado, sí, pero si es como que nos están obligando y corres ese riesgo, la verdad prefiero faltar aunque pierda el año, a poner en riesgo la salud de mi abuela”, afirma.

Para médicos de pregrado que no tengan factores de riesgo para Covid-19 y que no se reincorporen al servicio en las unidades de salud durante la primera quincena de mayo, podrán continuar con su formación académica, pero tendrán que llegar a un acuerdo con la institución educativa y perderán su beca.

“El pago de la beca podrá reactivarse a partir de su reincorporación efectiva en las unidades de salud a que sean asignados. En ningún caso aplicarán pagos retroactivos. Una vez que termine la contingencia por la pandemia podrán retomar sus actividades en la unidad de salud asignada, pero sólo por el tiempo que falte de la promoción, en ningún caso habrá ampliación del ciclo”, resalta el documento.

El oficio establece que los servicios estatales de salud y las unidades receptoras de MIP tienen hasta el 18 de mayo para informar a quienes se les suspenderá temporal o de manera definitiva el pago de su beca por no haber regresado a sus actividades.

Al concluir el ciclo, los Sistemas de Salud y la DGCES extenderán la carta de término a los médicos internos de pregrado sin factores de riesgo que se hayan reincorporado y dejará claro que aquellos sin factores de riesgo que decidan voluntariamente no reincorporarse podrán solicitar una constancia por el tiempo de servicio efectivo en la unidad de salud que les corresponda.

“Las instituciones educativas y de salud conminamos a los médicos internos de pregrado a continuar con su formación profesional y actuar en apego a su vocación profesional por el beneficio de la población”, señala el documento.

Alicia (nombre ficticio), alumna de la FES Iztacala, teme regresar a sus actividades cotidianas, aunque no sea en un hospital que atiende a pacientes Covid: “En la escuela no nos han dicho nada, pero su postura fue la de no arriesgarnos. Ahorita ya hay saturación en los hospitales Covid, y la gente que tenga síntomas irá a los centros de salud sin importar si es Covid o no, y si a nosotros no nos dan equipo de protección pensando que estamos fuera de peligro, eso me angustia”, subraya.

Mientras que estudiantes de internado médico de pregrado de la licenciatura de Médico Cirujano de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) manifestaron su preocupación ante la solicitud de volver a presentarse a dar consulta en Unidades de Medicina Familiar, puesto que, aseguran, no se minimiza el riesgo de contagio.

“Nuestra presencia en las instituciones de Salud nos expone a un riesgo innecesario y por el contrario, nos convierte en un factor de extensión de la enfermedad entre nuestros familiares, en donde hay personas inmunodeprimidas ya sea por edad o por enfermedad. Reubicarnos en UMF no minimiza el riesgo, puesto que esos centros atienden pacientes sospechosos”, dicen.

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