El cielo se encontraba gris por la inmaculada naturaleza que se empeñaba en ser la ante sala de algo único que sucede año con año, para darle paso al abrir de sus nubes que lo hicieron como si dieran la bienvenida a ese cielo azul, a ese mar de gente que se daría cita, es la fiesta patronal de Mata de Zarza, por ello, pasadas las 5 de la mañana el gallo canto y las mañanitas sonaron como el canto de un ave en nido que celebra la llegada de un nuevo miembro a su familia, esas familias que estaban de fiesta que llegaban como gotas de lluvia a la iglesia con sonrisas en sus rostros y la fe de que este año sería mejor, para cantar juntos a san Felipe de Jesús Santo Patrono del lugar; otros más utilizaban su sombrero esta vez no para cubrirse del astro rey , si no para soplarle a la lumbre, para cocer los tamales, las carnitas, el mole, la barbacoa el caldo de pescado o las decenas de comidas típicas de este lugar, eran los habitantes de Mata de Zarza que recuerdan con orgullo que la comida que se ofrecería, se elaboraba para darle vida a la grandeza de un pueblo que se formó como una necesidad, como un lugar a la altura de su gente, de sus visitantes y del primer santo de México San Felipe de Jesús.
Por ello, pasadas las 9 de la mañana la fiesta tomaba forma y partían entusiastas peregrinos vestidos de juventud y alegría con la imagen de su santo patrono desde Tamarindo hasta llegar a Mata de Zarza, fueron 26 kilómetros en 180 minutos de travesía, de sueños pero sobre todo de Fe, para llegar a las 12 del día a la iglesia donde ya cientos de personas esperaban este maratón para dar inicio a la misa donde los devotos reflejaban en sus miradas paz y emoción y donde el párroco Guadalupe le decía a San Felipe que intercediera por la armonía que siempre reina en los corazones de la gente de Mata de Zarza y pedía un gran presente para sus cultivos y para la tranquilidad del lugar; además realizo sacramentos como bautizos y comuniones , para finalizar con la bendición a todos los asistentes quienes guardaban en sus mentes el recuerdo que en hora y media de misa se resumía toda una historia de sus antepasados, que si bien ya descansan, pero que gracias a ellos, ésta tradición sigue.
Después se dio paso a la hora sagrada, la tradicional comida, donde miles de almas disfrutaron de los ricos alimentos que se prepararon, y que de esta forma cientos y cientos de personas en cada hogar reforzaban esa tradición, y donde otros más caminaban por las hermosas calles de este lugar recorriendo los tradicionales puestos comprando un juguete para el niño, un algodón para el abuelo, un dulce para el papa, o simplemente recogiendo un recuerdo, a través, de la mirada, para contárselo como anécdota a algún ser que viene en camino.
A las 3 de la tarde una descarga de adrenalina invadió el lugar con un espectacular show de motos, esos caballos de fuerza pusieron el ambiente y deleitaron a los presentes con algo distinto, pero con la misma Fe que te brinda la ilusión de adorar a su santo patrono.
Fue así como el aire fresco llego, como las voces se unieron y la tarde cayo, todos con una tranquilidad absoluta contando anécdotas en cada casa, o bailando con la música que tanto alegra el alma.
Pasadas las horas, el manto de la luna desgarro la noche y el torito apareció para ser toreado por los fanáticos que corrían gustosos con el desafío de los buscapiés y con el sonar de los cohetes y posteriormente, largas filas se dispusieron a darle paso a la etapa final de esta espectacular fiesta, el baile con Mario Polo y Pico Chulo fue la consumación de toda una tradición, luego de la última canción, del último suspiro de la música fue como se selló un año más de nerviosismo, de emociones, de esfuerzo, un año más de una fiesta que huele , que sabe, que se disfruta , y que pone a Mata de Zarza como otra de la comunidades con más tradición y que logra que sus visitantes sientan y gocen de un suceso que se celebra desde hace 80 años y que este año dio vida a una fiesta emotiva, única, en este hermoso lugar perteneciente al municipio de Puente Nacional, una fiesta que se espera todo el año, que desborda, emociones, gritos, gestos felices de una larga espera y donde pasadas las 4 am del siguiente día llegaba a su fin , una fiesta que hace retornar la fe y el credo, la alegría y el orgullo de ser puenteño, de ser de Mata de Zarza.
Fue en Mata de Zarza donde sus devotos le hicieron homenaje a San Felipe de Jesús, a su propia historia, con miles de visitantes distinguidos entre ellos el presidente municipal Fabián Sartorius Domínguez, que con su imagen y alegría en sus manos, con en el don que Dios le dio puso a bailar a muchos, y que fue parte de lo que Mata de Zarza celebra, de ese legado de héroes de otra época quienes acuñaron con su vida por esta fiesta, como lo habían hecho año con año con la grandeza de sus casi 200 años de vida plena y con la sonrisa de sus habitantes que rememoran todas y cada una de sus tradiciones.