El exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna , apeló su sentencia después de que el juez Brian Cogan lo condenara a pasar 38 años en prisión ante una Corte de Nueva York, Estados Unidos, por delitos relacionados con el narcotráfico.
El miércoles 16 de octubre, el exsecretario de Seguridad fue condenado a 38 años con 10 meses de prisión por cinco cargos relacionados con narcotráfico. De acuerdo con las investigaciones realizadas por las autoridades de EUA, el exfuncionario aceptó millones de dólares del Cártel de Sinaloa en sobornos.
Abogado de Genaro García Luna hace apelación contra sentencia
Fue el abogado del exsecretario, César de Castro quien dirigió a la Corte del Distrito Este de Nueva York, la apelación contra el veredicto de culpabilidad del juez. Ante ello, la moción será turnada a un Tribunal de Apelación.
La apelación a la sentencia de más de 38 años se habría realizado dos días después de que Genaro García Luna fuera condenado por “traicionar” a su país y a Estados Unidos.
«La sentencia dictada hoy contra Genaro García Luna es un paso fundamental para defender la justicia y el estado de derecho. Su traición a la confianza pública y a las personas a las que juró proteger dio lugar a la importación de más de un millón de kilogramos de narcóticos letales a nuestras comunidades y desató una violencia incalculable aquí y en México», dijo el juez a la hora de sentenciarlo.
Genaro García Luna pidió clemencia
Antes de que el juez le dictara sentencia de casi 39 años, el exsecretario de Seguridad envió una carta pidiendo clemencia al juez para que no dictara cadena perpetua y redujera al mínimo su permanencia en la prisión.
«Soy originario de México. Vengo de una familia de clase media compuesta por mis padres y seis hermanos; soy el menor. Fui testigo de los incansables esfuerzos de mis padres por proporcionarnos alimentos, techo y educación. Nos criaron con valores de respeto, honor y amor por la vida. Mis hermanos y yo completamos nuestros estudios en universidades públicas con el apoyo y esfuerzo de nuestros padres, quienes nos enseñaron a trabajar con ética, respetar a nuestros semejantes y ser buenos miembros de la comunidad, libres de vicios y con un profundo respeto y amor por nuestro país».