• Con la implementación de esta nueva legislación podría ahorrar más de 70.000 toneladas de desperdicio cada año. Los productos que no están sujetos a esta nueva regulación
Redacción Informante
Abrir el refrigerador y encontrar alimentos cuya fecha de caducidad ya pasó es una situación común. Aunque el producto parece estar en buen estado, la fecha impresa genera dudas, y muchas veces se opta por tirarlo. Sin embargo, lo que muchos desconocen es que la fecha de caducidad no siempre indica que el alimento ya no es seguro para consumir. De hecho, en muchos casos estas fechas están destinadas principalmente a la rotación de productos en los estantes de las tiendas, más que a señalar la frescura o seguridad real del producto.
Esta falta de claridad ha contribuido de manera significativa al desperdicio de alimentos. En Estados Unidos, una gran cantidad de productos son descartados innecesariamente porque los consumidores interpretan de manera equivocada las fechas impresas. Estudios indican que este malentendido es uno de los factores principales que llevan a que millones de toneladas de alimentos acaben en la basura, aun cuando muchos de estos productos siguen siendo aptos para el consumo.
Cambio legislativo en California
California se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en aprobar una ley que prohíbe el uso de la frase “vender antes de” en el etiquetado de los productos alimenticios
California se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en aprobar una ley que prohíbe el uso de la frase “vender antes de” en el etiquetado de los productos alimenticios. Esta medida, firmada por el gobernador Gavin Newsom, tiene como objetivo reducir el desperdicio de alimentos causado por la confusión que generan las múltiples etiquetas de fechas en los productos. El proyecto de ley, que entrará en vigor el 1 de julio de 2026, establece que todos los fabricantes y minoristas de alimentos deberán utilizar términos más claros y uniformes que ayuden a los consumidores a distinguir entre la frescura de un producto y su seguridad para el consumo.
El principal problema con las fechas de caducidad radica en la falta de estandarización en el etiquetado a nivel nacional. Antes de esta ley, los productos podían tener etiquetas con frases ambiguas como “consumir antes de”, “mejor si se usa antes de” o “vender antes de”, sin que hubiera una normativa clara que explicara su significado. Esto generaba confusión, haciendo que muchos consumidores descartaran alimentos aún en buen estado, contribuyendo así a millones de toneladas de desperdicio alimentario.
Impacto en el desperdicio de alimentos
Con la nueva ley aprobada en California, se estima que el estado podría ahorrar hasta 70.000 toneladas de desperdicio de alimentos al año
La confusión sobre las fechas de caducidad ha tenido graves consecuencias para el desperdicio de alimentos en Estados Unidos. Según la organización sin fines de lucro ReFED, que se dedica a reducir el desperdicio alimentario, las etiquetas de fechas confusas son responsables de más de 3 millones de toneladas de comida que se desechan innecesariamente cada año. Con la nueva ley aprobada en California, se estima que el estado podría ahorrar hasta 70.000 toneladas de desperdicio de alimentos al año, lo que no solo tiene un impacto positivo en el medio ambiente, sino también en el bolsillo de los consumidores.
El desperdicio de alimentos no solo representa una pérdida económica —con un costo anual estimado de 473.000 millones de dólares— sino que también contribuye significativamente al cambio climático. Cuando los alimentos terminan en vertederos, producen gases de efecto invernadero, como el metano, que tiene un fuerte impacto negativo en el medio ambiente. Según ReFED, el desperdicio alimentario genera emisiones equivalentes al 30% de las emisiones del transporte de vehículos de pasajeros en Estados Unidos. La ley californiana tiene el potencial de reducir estas emisiones al minimizar el número de productos que se tiran a causa de la mala interpretación de las fechas de caducidad.
Consecuencias medioambientales del desperdicio de alimentos
El desperdicio de alimentos no solo afecta a los consumidores y a la economía, sino que también es una de las principales causas del cambio climático. Cuando los alimentos se descomponen en los vertederos, emiten metano, un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono. Este gas contribuye significativamente al calentamiento global. De hecho, el desperdicio de alimentos en Estados Unidos es responsable de emisiones anuales equivalentes al 30% del transporte de vehículos de pasajeros en el país, según la organización ReFED.
La nueva ley en California, al reducir la cantidad de alimentos desechados debido a etiquetas confusas, podría ayudar a mitigar estos impactos ambientales. Al disminuir las toneladas de comida que terminan en vertederos, se reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que representa un beneficio tanto para el medio ambiente como para la lucha contra el cambio climático.
Además, la producción de alimentos requiere una gran cantidad de recursos naturales como agua y energía. Cuando los alimentos son desechados, todos esos recursos se pierden también. Reducir el desperdicio, como busca hacer la ley de California, ayuda no solo a reducir las emisiones, sino también a conservar los recursos naturales.
Excepciones a la nueva ley
Aunque la ley aprobada en California prohíbe el uso de la frase “vender antes de” en la mayoría de los productos alimenticios, existen algunas excepciones importantes. Entre los alimentos que no están sujetos a esta nueva regulación se encuentran las fórmulas infantiles, los huevos (incluidos los huevos pasteurizados con cáscara) y ciertas bebidas alcohólicas, como la cerveza y otras bebidas de malta. Estos productos, debido a sus características particulares, mantienen un sistema de etiquetado diferente y seguirán utilizando sus propios términos relacionados con la seguridad y frescura.
Las fórmulas infantiles, por ejemplo, están altamente reguladas para garantizar que los bebés reciban productos que se mantengan en condiciones óptimas, lo que justifica que sigan utilizando una fecha de caducidad específica. Los huevos, al ser un alimento especialmente susceptible a bacterias como la salmonela, también requieren un sistema de etiquetado que garantice su frescura. Por su parte, las bebidas alcohólicas de malta, como la cerveza, tienen una vida útil más prolongada y pueden mantenerse en buenas condiciones mucho tiempo después de la fecha de “vender antes de”.
Estas excepciones reflejan la necesidad de mantener un equilibrio entre la reducción del desperdicio de alimentos y la seguridad alimentaria, especialmente en productos que requieren un mayor control debido a sus características sensibles.
Beneficios para los consumidores
La implementación de esta nueva ley en California busca reducir el desperdicio de alimentos y brindar importantes beneficios económicos a los consumidores
La implementación de esta nueva ley en California no solo busca reducir el desperdicio de alimentos, sino también brindar importantes beneficios económicos a los consumidores. Eliminar la frase “vender antes de”, que a menudo inducía a error sobre la seguridad y frescura de los productos, ayudará a que las personas mantengan sus alimentos por más tiempo y tomen decisiones más informadas al momento de consumirlos. Esto, a su vez, podría llevar a un ahorro significativo en los hogares, al evitar que los consumidores desechen productos que aún son aptos para el consumo.
Además, la reducción del desperdicio de alimentos tiene el potencial de aliviar la presión financiera de los hogares, ya que las familias pueden aprovechar mejor los alimentos que compran, disminuyendo la frecuencia con la que necesitan reabastecerse. Según la organización ReFED, la eliminación de las etiquetas confusas podría ayudar a conservar productos que, de otro modo, serían desechados, contribuyendo a mantener el dinero en los bolsillos de los consumidores.
En palabras de la asambleísta Jacqui Irwin, autora del proyecto de ley, esta medida es un “paso monumental” no solo para ayudar al medio ambiente, sino también para asegurar que los consumidores maximicen sus recursos sin necesidad de desperdiciar alimentos en buen estado.
Recomendaciones de la FDA para reducir el desperdicio de alimentos
Además de las medidas legales, existen varias estrategias prácticas que los consumidores pueden implementar en sus hogares para reducir el desperdicio de alimentos, promovidas por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) Estas prácticas ayudan a aprovechar mejor los alimentos que compramos y a reducir la cantidad de comida que termina en la basura. Algunas de las recomendaciones más efectivas incluyen:
- Congelar alimentos: Si no planeas consumir un alimento de inmediato, congelarlo puede prolongar su vida útil de manera significativa. Esta estrategia es particularmente útil para productos perecederos como carnes, frutas y pan.
- Planificar las comidas: Antes de ir al supermercado, planificar lo que vas a cocinar en la semana te permitirá comprar solo lo que realmente necesitas. De este modo, evitarás acumular alimentos que probablemente no utilizarás a tiempo y terminarán desperdiciándose.
- Donar alimentos en buen estado: Si tienes productos envasados que sabes que no vas a consumir antes de su fecha de caducidad, considera donarlos a bancos de alimentos u organizaciones benéficas. Esto no solo reduce el desperdicio, sino que también puede ayudar a quienes lo necesiten.
- Hacer compost: Convertir los restos de alimentos en compost es una excelente manera de evitar que terminen en los vertederos. Los restos de frutas, verduras y café son ejemplos de desechos orgánicos que se pueden reutilizar en el compost, contribuyendo al cuidado del medio ambiente.
Adoptar estas prácticas no solo reduce el impacto ambiental, sino que también puede ayudar a las familias a ahorrar dinero al aprovechar al máximo los alimentos que compran.
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