Más de 65 millones de personas en el mundo quedaron con secuelas tras la infección por el coronavirus. De qué se trata la línea de investigación liderada por un equipo del Conicet en Argentina
Redacción Informante
La mayoría de las personas que desarrollan la enfermedad COVID-19 se recuperan por completo. Pero entre el 10% y el 20% de la población experimenta diversos efectos a medio y largo plazo después de recuperarse de la infección inicial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los síntomas deben persistir durante dos meses o más para que se diagnostique el COVID de larga duración, COVID prolongado o post COVID. Se estima que al menos 65 millones de personas lo padecen a nivel mundial.
Para controlar los diversos síntomas, hay investigaciones en curso en diferentes países. “Los tratamientos curativos para COVID Prolongado siguen siendo difíciles de alcanzar, pero los médicos tienen muchas más herramientas para el manejo de los síntomas que antes”, dijo Ziyad Al-Aly, un experto mundial en COVID largo y jefe de investigación y desarrollo en el Veterans Affairs St. Louis Health Care System en los Estados Unidos, quien fue elegido como un referente mundial este año por la revista Time (Time100Health).
Desde la Argentina, un equipo de investigadores liderado por la científica Tamara Rubilar está desarrollando, como tratamiento para el post COVID, un suplemento dietario en base al erizo de mar.
Tamara Rubilar, investigadora del CONICET y cofundadora de ERISEA (Conicet)
El producto fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Sin embargo, aún los resultados de estudios que evalúen la eficacia y la seguridad del suplemento no se han publicado en revistas de referato, como se hace habitualmente.
De acuerdo a las declaraciones de la doctora Rubilar a través de un comunicado del Conicet, el estudio fue realizado a doble ciego en los hospitales Santojanni, Ramos Mejía y Muñiz en la Ciudad de Buenos Aires en 56 pacientes con COVID-19 prolongado.
Después de tres meses de tratamiento con un consumo diario de tres mililitros del suplemento por la mañana en ayunas y 3 miligramos por la tarde, “se promovió un bienestar óptimo en los pacientes con COVID-19 prolongado”, afirmó Rubilar, que es cofundadora de ERISEA, la empresa startup que cofundó.
Para hacer el suplemento dietario, los investigadores usan “espinacromas”, unas moléculas contenidas en las huevas no fecundadas de un erizo/Conicet
Rubilar precisó que los pacientes que recibieron el producto “tuvieron una recuperación rápida y efectiva mejorando así su calidad de vida. Nuestro desarrollo disminuyó dolores musculares, la dificultad respiratoria y redujo la pérdida total del olfato. También se comprobó una notable mejoría de los síntomas cognitivos y neurológicos como la atención, la memoria y la función ejecutiva”.
El grupo que recibió el tratamiento incrementó la cantidad de metros en el test de caminata de seis minutos y las secuelas tomográficas de la neumonía mejoraron 5.5 veces más rápido, de acuerdo con Rubilar, quien es vicedirectora del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR) del Conicet y docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
El uso de productos derivados de los erizos de mar se ha hecho en el pasado. Sus propiedades terapéuticas fueron descubiertas en el siglo XVII en Oriente, y desde entonces se han estudiado científicamente.
El componente activo del suplemento dietario que se desarrolla en la Argentina son las “espinacromas”, unas moléculas contenidas en las huevas no fecundadas de un erizo. Es de la especie Arbacia dufresnii, que habita en los mares argentinos.
En las moléculas de las espinocromas, que están en el erizo de mar, hay antioxidantes/Conicet
“Las espinocromas son muy beneficiosas porque son antioxidantes marinos que disminuyen la inflamación celular y mejoran el sistema inmune”, explicó.
Rubilar detalló que la administración del suplemento aumentó los niveles de la interleuquina 10, que es una proteína antiinflamatoria del sistema inmune. También disminuyó la interleuquina 2 proinflamatoria en los pacientes con COVID Prolongado.
“Lo que también pudimos comprobar es que las espinocromas también tienen la capacidad para incrementar la densidad y función de las mitocondrias que son las fábricas de energía celular. Esta propiedad de mejora de la función mitocondrial celular es la que ayuda a revertir la fatiga crónica de los pacientes”, afirmó la investigadora.
“Nos enorgullece demostrar que es posible desarrollar productos con tecnología de alta calidad en la Patagonia -dijo-, lejos de los grandes centros urbanos y biotecnológicos”.
¿Cuáles son los síntomas del COVID prolongado?
Entre los síntomas más frecuentes del síndrome pos-COVID-19, la Clínica Mayo de los Estados Unidos menciona los siguientes:
Si los pacientes con COVID registran que tienen síntomas después de la infección aguda, deben consultar a un profesional de la salud para ser evaluados (Getty)
- Fatiga
- Síntomas que empeoran después de hacer esfuerzo físico o mental
- Fiebre
- Síntomas pulmonares (respiratorios), que incluyen dificultad para respirar o falta de aliento y tos
- Otros síntomas posibles son los siguientes:
- Síntomas neurológicos o afecciones de salud mental, como dificultad para pensar o concentrarse, dolores de cabeza, problemas para dormir, mareos al ponerse de pie, sensación de puntadas, pérdida del olfato o del gusto, y depresión o ansiedad
- Dolor articular o muscular
- Afecciones o síntomas cardíacos, como dolor en el pecho y latidos rápidos o palpitaciones
- Síntomas digestivos, como diarrea y dolor de estómago
- Coágulos y problemas de los vasos sanguíneos (vasculares), como un coágulo que se traslada desde las venas profundas de las piernas hacia los pulmones y bloquea la irrigación sanguínea de los pulmones (embolia pulmonar)
- Otros síntomas, como sarpullido y cambios en el ciclo menstrual
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