El carácter festivo de muchos mexicanos no se allanó ni con la pandemia generada por la COVID-19. Pero esto ha tenido costos muy altos para la sociedad y el país. De hecho, los grandes picos de contagio del virus en varias ciudades están vinculados directamente a la insistencia de muchos por vacacionar en días tradicionales, como la Semana Santa; abrazar a mamá a toda costa el 10 de mayo, y con festejar a lo grande a los más pequeños poniendo como pretexto el Día del Niño.
Los datos de la Secretaría de Salud (SSa) sobre el número de casos de COVID-19 son contundentes y muestran que, transcurrido el tiempo de incubación de la enfermedad luego de Semana Santa, Día del Niño y Día de las Madres, el número de contagios creció y, hasta ahora, no ha dejado de subir en todo el país.
Con el Día del Padre que se festeja mañana, las autoridades de salud federal y estatales han hecho el llamado a la gente para que no salga a festejar a otras casas ni tampoco abarrotar restaurantes aun cuando sea para pedir alimentos para llevar.
El país, aunque oficialmente está ya en la dinámica de la “nueva normalidad”, en el semáforo de reactivación transita del rojo al anaranjado y viceversa; es decir, aún las probabilidades de contraer el virus son altas y al término de la semana se contabilizan más de 24 mil casos activos.
Las experiencias pasadas se tradujeron en contagios. Sólo en la Ciudad de México, durante Semana Santa, que fue del 5 al 11 de abril, se contabilizaron 48 casos diarios de coronavirus; 15 días después, que es el tiempo en que en promedio incuba el virus, la cantidad de casos brincó a 423 al día.
Tomando el mismo periodo de tiempo, para el 30 de abril, Día del Niño, se tenían mil 683 casos y 15 días después se reportaban 3 mil 197 casos, un aumento de 89 por ciento.
Para el 10 de mayo, el registro era de mil 285 casos y 15 días después la cifra era de 4 mil 208, un aumento del 227 por ciento.
Luego de esos días, la cantidad de personas contagiadas fue a la alza.
Por estados se observa el mismo comportamiento en el caso del Día de las Madres. Medios de comunicación y redes sociales documentaron cómo la gente salió a cumplir con el festejo a pesar de que se estaba en medio de la Jornada Nacional de Sana Distancia.
De acuerdo con esos datos, que son los disponibles por la Secretaría de Salud, esos 10 estados que son los que más casos de coronavirus acumulan, 15 días después del 10 de mayo duplicaron la cifra. En el caso de la Ciudad de México se pasó de los 348 casos a los 963; en el Estado de México de los 212 a los 701; en Baja California de los 69 a los 133; en Jalisco de los 22 a los 93 y en Sinaloa, de los 41 a los 166.
La fecha para celebrar el Día del Padre en la Ciudad de México, entidad en la que hay más contagios acumulados y más casos activos, se recorrió al 16 de agosto, informó Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno capitalina. A través de su cuenta de Twitter, dijo que Fadlala Akabani, Secretario de Desarrollo Económico, acordó cambiar la fecha de celebración al tercer domingo de agosto con la representación de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) e hizo “un llamado a toda la ciudadanía para que entre todos cuidemos a nuestros papás y los celebremos a distancia”.
En tanto, el Estado de México, entidad que le sigue en el la gravedad de la pandemia, pidió a través de un comunicado de prensa de la Secretaría de Salud estatal, que al encontrarse la entidad en semáforo rojo se evite realizar reuniones por el festejo del Día del Padre y sugirió que las felicitaciones se hagan por medios electrónicos, fundamentalmente si se trata de adultos mayores.
La dependencia, a cargo del doctor Gabriel O´Shea Cuevas, también pidió a quienes habitan en la zona del Valle de México a no acudir a sitios públicos en la capital del país, “pues es importante no relajar las medidas sanitarias adoptadas hasta hoy para no saturar los hospitales”.