COMUNICADO

Los días del 5 al 12 de abril de 2020, conforme al calendario litúrgico de la Iglesia Católica, vamos a celebrar la SEMANA SANTA o Semana Mayor. Esta semana santa ciertamente será muy especial dada la contingencia sanitaria que estamos viviendo; la celebración de la semana Santa no se suspende se llevará a cabo de otra manera. Los sacerdotes celebrarán los oficios estrictamente litúrgicos, sin presencia de fieles laicos, con ritos breves y acompañando a las familias en sus hogares a través de los medios de comunicación y por medio de las plataformas digitales disponibles. De esta manera, se garantizará la celebración de estos misterios centrales de nuestra fe.

Dado que nuestros feligreses no podrán hacer acto de presencia en estas celebraciones, las podrán seguir por la radio, en algunos casos por la TV y en la mayoría de las veces por las redes sociales; son ya muchas parroquias de nuestra diócesis que están adaptándose con mucha creatividad ante esta situación de contingencia sanitaria. La Iglesia no abandonará a sus feligreses, ahora fortalece otros medios de comunicación.

La semana santa se abre con la celebración del Domingo de Ramos de la pasión Señor. Esta celebración contiene dos grandes momentos. El primero es la conmemoración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y el segundo proclama la narración de la pasión Jesús.

El primer momento es un momento de júbilo y alegría; el segundo en cambio es un momento de profunda reflexión donde se nos invita a escuchar con mucha devoción lo que sucedió en los últimos días de la vida de Jesús aquí en la tierra.

EL TRIDUO PASCUAL. El Triduo Pascual comienza el jueves santo con la misa de la cena del Señor y concluye con la vigilia pascual el sábado santo. El triduo pascual celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

La misa de la cena del Señor que se celebra el jueves santo por la tarde-noche, recuerda la institución de la Sagrada Eucaristía y del Orden Sagrado. Es también una ocasión para meditar en el servicio a los demás movido por el amor al prójimo. El Jueves santo Jesús celebró la primera Eucaristía, nos dejó su cuerpo y su sangre para nuestro alimento y confirió la autoridad a sus apóstoles de poder celebrar la santa misa.

El viernes Santo, recordamos la muerte de Jesús. Ese día la Iglesia no celebra el Sacrificio eucarístico, sólo distribuye la sagrada comunión. La celebración litúrgica se le conoce como la celebración de la pasión del Señor que tiene tres grandes momentos a saber: la liturgia de la palabra, la veneración de la cruz y la sagrada comunión.

El sábado santo celebramos la vigilia pascual, es la celebración con la que se culmina la pascua. La vigilia pascual es la vigilia más importante del año litúrgico porque en ella celebramos la RESURRECCIÓN DE JESÚS, el misterio central de nuestra fe. La vigilia pascual contiene también varios momentos importantes a saber: el lucernario, la liturgia de la Palabra, la liturgia bautismal y la liturgia eucarística.

Estamos viviendo tiempos difíciles que nos han llevado a pensar en lo más valioso que tiene una persona, el valor sagrado de la vida humana; a darnos cuenta que nuestra vida es muy frágil y que somos corresponsables unos de otros; también nos damos cuenta de que nos necesitamos y de que no podemos vivir aislados; en estos días de la llegada de este virus, estamos reconociendo el valor de la familia; la familia es el lugar más seguro a dónde acudir y refugiarse.

Que la celebración de la Semana Santa nos lleve a reforzar nuestra espiritualidad para sanar también el corazón y la mente de todas aquellas cosas que también destruyen el interior. Que la cruz de cristo nos libre de los signos de muerte que nos acechan.

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