Minatitlán, Ver., 25 de marzo de 2020.- Taxistas de Minatitlán reciben capacitación para aprender a protegerse de la propagación del coronavirus, al ser la suya una actividad de alto riesgo por el permanente contacto que tienen con numeroso público y ser, además, un oficio que no puede suspender actividades sin sacrificar su única fuente de ingresos, informó la diputada local Jessica Ramírez Cisneros.
Se trata de las brigadas “Conductor capacitado Covid-19”, que la legisladora implementa desde este miércoles con apoyo del Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Salud y su Jurisdicción Sanitaria 11; y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
La capacitación, a cargo de personal especializado en asepsia hospitalaria, previene a los trabajadores del volante sobre la forma de aplicar en sus vehículos y sus personas el desinfectante con grado hospitalario del que se les entrega una dotación de un litro.
No es el gel desinfectante común, sino un producto con mayor capacidad antiséptica, que se utiliza en ambientes con alta exposición a las infecciones, como laboratorios y áreas médicas con tránsito intenso de pacientes, explicó la diputada.
Pensando en que ese litro se les agotará en algunos días, la capacitación incluye adiestrarlos en la elaboración casera de dicho desinfectante, indicó.
Previendo que la capacitación en sí sea practicada de manera segura, sólo se admiten tandas de hasta 12 taxistas, a efecto de no reunir grupos grandes de personas. Aun así, este miércoles, que fue el primer día, se capacitaron 150 choferes, aseguró.
En nuestro México, lamentablemente, las y los trabajadores del volante si no trabajan un día, ese día su familia no come; ellas y ellos no pueden darse el lujo de no trabajar un mes, como sus colegas en Estados Unidos y Europa, subrayó Jessica Ramírez.
El transporte público urbano de pasajeros, me atrevo a decir, mantiene viva la economía de las ciudades. Así como el transporte de carga mantiene en actividad el comercio nacional y mundial, el transporte de pasajeros representa la vida productiva de las ciudades, puntualizó la diputada.
Muchos choferes, además, tienen alguno de los factores personales que incrementa su riesgo: tienen diabetes, son hipertensos o rebasan los 60 años de edad, porque para ellos tampoco hay la recompensa de la jubilación al final de una vida de trabajo, dijo.
Espero que este programa sea asumido como una experiencia de éxito y que se replique en todas las grandes ciudades de Veracruz, porque también supone una protección a la inversa: que taxistas no contagien a los usuarios, concluyó.