Quienes quisieron y pudieron participar en el paro #UnDíaSinMujeres hicieron sentir su ausencia, la cual, aunque no fue total, creó un vacío por todos lados. La promesa de convertir el 9 de marzo en una jornada de paro nacional femenino se concretó ayer, con un hueco evidente, sensible e irremplazable en todas las esferas de la vida pública y privada. La mitad del país se guardó.

En un país en donde la violencia de género ha escalado, las mujeres hicieron de la desaparición el símbolo central de su mensaje de protesta. En distintas ciudades se desvanecieron mayoritariamente de las calles, oficinas, empresas y del transporte público, en donde los vagones reservados para ellas lucieron vacíos.

También se ausentaron de universidades y escuelas, cuyas aulas y pasillos lucieron semivacíos. En empresas y dependencias de gobierno se replicó el vacío. En los medios de comunicación, también. En las redes sociales, igual. La presencia electrónica de miles de usuarias fue notoriamente menor en Twitter y Facebook.

La conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador no fue la excepción y resintió el paro nacional de mujeres. De los más de 30 periodistas que habitualmente asisten a la conferencia, ayer únicamente fueron seis féminas.

Ellas tampoco estuvieron en las taquillas del Metro y del Tren Suburbano. Estuvieron cerradas y el personal masculino se dedicó, por fuera, a vender tarjetas para el ingreso. Además, la afluencia de pasajeras fue menor.

Igual se ausentaron de las diversas bases de transporte público donde trabajan como checadoras o cobrando el pasaje.

Ayer no se les vio entrar a los salones para dar clases y mucho menos se les vio llegar a sus oficinas de trabajo.

En las dependencias de gobierno la postal fue similar: secretarias, ingenieras y licenciadas simplemente no llegaron. Solo estaban ellos. 

“Se siente un vacío, pero no es solo físico, sino también profesional, moral. El trabajo en equipo no se puede completar porque falta la mano de ellas”, comentó Alexis, empleado de sistemas en la Secretaría de Gobernación.

En el Senado y en la Cámara de Diputados también fue evidente la ausencia de las asistentes, tampoco se vio a las reporteras de la fuente, mucho menos a las congresistas y abogadas. 

En este ambiente, el pleno de la Cámara de Diputados convocó a sesión solemne este martes para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

En Ciudad de México se informó que fueron más de 60 mil las participantes al paro del 9M (40 por ciento de las casi 150 mil empleadas), lo que se notó al entrar a instalaciones gubernamentales como alcaldías, el Servicio Médico Forense y el Tribunal Superior de Justicia.

“En esta oficina más de 70% son mujeres, todas las que son de base y las que nos apoyan en las tareas operativas administrativas. Realmente esto se siente vacío”, expresó Miguel Garfeas, empleado de la alcaldía Cuauhtémoc.

Y ni qué decir de la UNAM: “Ciudad Universitaria está muerta. Se siente muy fea la ausencia de compañeras, como que algo hace falta”, dijo Nicolás, de la Facultad de Contaduría. (La matrícula femenina es de 144 mil 429, entre alumnas y académicas).

El mismo vacío se resintió en la mayoría de las universidades del país, públicas y privadas.

Trabajadoras del Poder Judicial de la Federación se sumaron al paro nacional y no asistieron a juzgados, tribunales federales, instalaciones del Consejo de la Judicatura Federal y de la Fiscalía General de la República, aunque en menor proporción porque, explicaron, tienen en sus manos casos que son importantes para la institución.

También muchas gobernantes pusieron el ejemplo, como la alcaldesa de Puebla y las regidoras que participaron en el #El9NadieSe Mueve. La falta de mujeres se dio también en diversas entidades del país, como Aguascalientes, Baja California Sur, Nuevo León y Coahuila.

Muchas no pararon

Cientos de mujeres, aunque dejaron claro que apoyan el movimiento contra la violencia de género, tuvieron que laborar porque de ellas depende en gran medida la vida de las personas.

Fue el caso de enfermeras, doctoras, policías, abogadas, jueces y otras profesionistas que, por sus características humanas y económicas no pudieron ausentarse de sus actividades diarias.

Italy Desire, maestra de la Barra Nacional de Abogados, llegó hasta las oficinas del Servicio Médico Forense para impartir su clase a todas sus alumnas.

“Me parece que una de las mejores herramientas que tenemos las mujeres para erradicar la violencia es la educación, así que no puedo negarle a mis alumnas la oportunidad de estar aquí”, compartió mientras sus 60 estudiantes de derecho la escuchaban.

Lo mismo dijo Alexa Carmona, penalista en Ciudad Justicia: “Hay juicios importantes, no es tan fácil no venir y dejarlos para mañana, pero estoy con todas las mujeres que decidieron quedarse en su casa”.

En el Estado de México las que no se sumaron al 9M fueron comerciantes, jefas de familia y elementos de seguridad.

En muchos estados, para empleadas de comercios, mercados, farmacias, vendedoras de artesanías, ambulantes y voceadoras no hubo paro de brazos caídos.


Cintalapa, Chiapas. 
Alcalde se burla de la jornada feminista 

El alcalde de Cintalapa, Chiapas, José Francisco Nava Clemente, se burló del paro nacional de mujeres, realizado ayer, y expresó: “Nuestras compañeras hoy están haciendo aseo en su casa, yo creo, haciendo las labores domésticas, a ver cuándo nos toca a nosotros los hombres, ¿no?.

Durante la ceremonia de honores a la bandera, el edil agregó: “Yo creí y dije ‘algunas sí van a ir a trabajar’, pero creo que me equivoqué. Si les damos dos días, se lo toman”.

Los comentarios de Nava desataron la molestia de colectivos feministas y críticas en redes sociales, donde lo acusaron de abonar a deslegitimizar una exigencia válida de alto a la violencia de género y a los feminicidios.

Al cierre de esta edición, el alcalde no había emitido comentario alguno sobre las críticas a sus dichos.

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