Mesa de Redacción
Enrique Yasser Pompeyo
La inseguridad y la violencia en el estado de Veracruz no cesan, por el contrario, se incrementan.
No hay día en que los medios de comunicación no reporten algún hecho delictivo, un robo, un asalto, una violación, un asesinato.
Este inicio de semana fue duro, particularmente por los crímenes.
En el municipio de Misantla, un joven fue asesinado de al menos ocho machetazos; en otro hecho, un hombre fue baleado y navajeado, quien finalmente murió en el hospital.
En Huayacocotla, una mujer que laboraba en el área de cocina de la policía municipal fue asesinada a balazos.
En el puerto de Veracruz, un carnicero también fue ultimado con arma de fuego.
En Jáltipan, sujetos armados incendiaron tres vehículos; dos eran autos particulares y el tercero era un taxi.
En Coatzacoalcos, un sujeto fue colgado de un puente y había un presunto narcomensaje; luego se supo que se trataba del velador de unas bodegas.
En la región de Las Choapas, dos varones que viajaban en una camioneta fueron asesinados; el crimen ocurrió en los límites entre los estados de Veracruz y Tabasco.
¿En qué están fallando las autoridades?, ¿qué sucede con las diferentes corporaciones policíacas?
Los hechos sangrientos que se cometen a diario en el territorio estatal muestran una creciente descomposición social y un abandono de la responsabilidad oficial.
Los ciudadanos quisieran que el gobierno les brindara mejor seguridad, que les diera certeza, certidumbre, confianza.
Sin embargo, sucede todo lo contrario. Parecería que no existe autoridad alguna y los delincuentes operan con total libertad e impunidad.
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