Suplantadores hacen uso de nombres y logotipos de entidades, entre ellas una afore y una aseguradora, para engañar a quienes solicitan servicios financieros.
Redacción Informante
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) alertó sobre la suplantación de la identidad de 49 instituciones financieras de mayo a julio del 2024, entre ellas una afore y una aseguradora.
En un comunicado, la Condusef advirtió que los responsables de la suplantación de la identidad de dichas entidades son personas físicas o pseudo empresas que buscan afectar económicamente o engañar a quienes solicitan un crédito o cualquier otro servicio financiero.
Con este fin, los suplantadores utilizan indebidamente el nombre, logo y denominación de entidades financieras debidamente constituidas e inscritas en el Portal del Registro de Prestadores de Servicios Financieros (Sipres) a través de medios de comunicación para hacerse pasar por éstas.
En lo que va del año suman ya 108 reportes de instituciones financieras que han sido afectadas por la suplantación o uso indebido y sin autorización de su nombre comercial, denominación, logo e incluso algunos de sus datos fiscales o administrativos.
Sofomes, una afore y una aseguradora, las afectadas
De las 49 instituciones suplantadas 41 son sociedades financieras de objeto múltiple (sofomes), dos sociedades financieras populares, una administradoras de fondos para el retiro (afore), una instituciones de seguros, una institución de financiamiento colectivo y otra más de finanzas.
Para facilitar su identificación y evitar que quienes requieren algún servicio financiero sean engañados, la Condusef publicó el siguiente listado conformado por las entidades que reportaron la suplantación de su identidad:
El ‘modus operandi’
Con el objetivo de alertar a las personas interesadas en obtener un crédito o cualquier otro servicio financiero, la Condusef ha identificado el modus operandi de los suplantadores de este tipo de entidades, el cual consiste en cinco pasos.
Primero, utilizan sin autorización nombres comerciales, denominaciones sociales y/o la imagen corporativa de las entidades financieras debidamente autorizadas para hacerse pasar por ellas, ya sea cambiando una o varias letras del nombre, colores o formas de los logotipos.
Así logran engañar al público, haciendo uso tanto por medios convencionales, en folletos, como en medios digitales, por ejemplo, páginas de internet, redes sociales, aplicaciones móviles o correos electrónicos.
Segundo, solicitan a sus víctimas enviar su información personal vía WhatsApp o mensajes de texto, si no es que acceden a la misma a través de permisos de aplicaciones móviles, poniendo en riesgo datos personales o sensibles.
Posteriormente, contactan a los clientes solicitando datos personales y confidenciales por medio de engaños para pedir anticipos de dinero en efectivo o mediante depósito a una cuenta bancaria con la supuesta finalidad de gestionar el crédito, adelantar mensualidades, pagar gastos por apertura o como fianza en garantía.
Generalmente, puntualiza la Condusef, estos anticipos son por el equivalente al 10 por ciento del monto total del crédito solicitado, que puede ser desde mil hasta doscientos mil pesos.
Como último acto, cuando las víctimas realizan los depósitos a la cuenta señalada, que puede ser una institución bancaria o un corresponsal, no reciben el crédito y después es imposible localizar a los promotores. “Es cuando los afectados descubren que han sido engañados”.
¿Qué hacer para evitar ser engañado?
Para que los solicitantes de servicios financieros no sean sorprendidos por este tipo de prácticas, la Condusef recomienda tener en cuenta que “nadie pide dinero para prestar dinero”, por lo que pide evitar contratar préstamos o créditos en los que se tenga que dar anticipos por cualquier concepto.
Asimismo, los usuarios deben asegurarse que la institución financiera que sea de su interés esté registrada en el Sipres, donde podrá verificar su domicilio, página de internet, logos y teléfonos.
“No olvides revisar el Sipres, donde están los datos de las entidades financieras, para inclusive contactarlas y verificar si prestan el servicio que te ofrecen por conducto de la persona que te contacta, si es su logo, su página de internet, requisitos para contratar el producto o servicio financiero”, añadió.
Además, por ningún motivo se deben entregar documentos personales o datos de tarjetas de crédito o débito, contraseñas o claves, así como información referente a operaciones a través de Facebook, WhatsApp o cualquier otra red social.
Tampoco debe firmar ningún documento antes de leerlo completa y detalladamente. Y si se utiliza internet como medio de contacto se debe corroborar que el sitio web sea una página segura que use un protocolo de seguridad (https://…) y que corresponda a la institución financiera que se quiere contactar.
Milenio
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