• Estudio destaca que las principales amenazas para nuestro país y Latinoamérica son la contaminación y el aumento de calor, lo que ha provocado sequías, muertes prematuras y enfermedades, como el dengue y la vibriosis

Redacción Informante

Un trascendental estudio elaborado por 23 instituciones académicas, agencias de Naciones Unidas y 34 investigadores independientes, alertó sobre las graves implicaciones del cambio climático en la salud de la población en América Latina

El Centro Lancet Countdown Latin America (Lancet Cuenta Regresiva Latinoamérica), destacó en su reporte 2023 que los países de la región con la tasa de mortalidad prematura más alta atribuible a la contaminación atmosférica por partículas suspendidas PM2.5 son Chile, Perú, Brasil, Colombia, México y Paraguay.

Explicó que las PM2.5, son generadas por el transporte (19.1%), hogares (12.3%), industria o centrales eléctricas (11.6%) y agricultura (11%).

En este sentido, señaló que la transición energética en AL es incipiente, por lo que millones de personas siguen expuestas a niveles peligrosos de contaminación del aire, que provoca que Perú, Chile, México, Guatemala, Colombia, El Salvador, Brasil, Uruguay, Honduras, Panamá y Nicaragua estén dentro de los 100 países más contaminados del mundo. 

La transición a fuentes de energía más limpias, la eliminación gradual de los combustibles fósiles y la promoción de una mejor eficiencia energética en los sectores industrial y de la vivienda no sólo son medidas de mitigación del clima, sino también enormes oportunidades de salud y desarrollo económico para sociedades más prósperas y saludables”, advirtió.

Lamentó que el uso de carbón para la generación de electricidad en América Latina aumentó 5.2% en promedio entre 2011 y 2020. Sólo Argentina y Colombia disminuyeron ligeramente el uso de carbón para la generación de electricidad, mientras que Honduras, México, Brasil, Perú, Panamá, Chile y Guatemala incrementaron su uso o lo mantuvieron. 

En 2020, los costos totales monetizados de la mortalidad prematura debido a la contaminación del aire en México y América del Sur fueron equivalentes a los ingresos promedio de 6.6 millones de personas en la región. Chile, Perú y México registraron las pérdidas más altas, equivalentes al 1.63%, 0.91% y 0.83% de su PIB, respectivamente. 

La contaminación del aire también tiene efectos económicos indirectos que deben considerarse, incluidos los relacionados con los costos de la atención médica debido a una mayor morbilidad y una reducción de la capacidad laboral por las enfermedades”, estableció el reporte. 

CALOR 

Los expertos indicaron que el estrés por calor amenaza a las personas vulnerables mayores de 65 años de edad, lo que genera resultados negativos para la salud, incluida la muerte, debido a que cada año se rompen los récords por altas temperaturas a nivel global. 

En 2023, México vivió el año más cálido y seco de su historia, incluso por encima del promedio mundial, con una temperatura media de 22.7 grados centígrados, y un déficit de lluvias de 21.1 por ciento.

En el periodo 2013-2022, todos los países latinoamericanos, en promedio, han mostrado un aumento del 140% en las muertes relacionadas con el calor en comparación con 2000-2009. 

Los países con el mayor cambio relativo son Ecuador (+339%), El Salvador (+230%), Honduras (+204%) y Guatemala (+202%), mientras que los países con menor aumento son México (+67%), Argentina (+59%) y Uruguay (+27%)”, puntualizó. 

De acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Salud de México, las altas temperaturas provocaron en 2023, una cifra récord de muertes con 419 personas que perdieron la vida debido a golpes de calor y deshidratación, ya no sólo en estados del norte, sino en entidades sureñas y de clima tropical.

FUEGO

Lancet Countdown Latin America detalló que 11 países mostraron un aumento en el número de días, en los cuales las personas estuvieron expuestas a riesgos extremadamente altos por la presencia de incendios forestales.

Los mayores incrementos se presentaron en Chile (13 días más), Venezuela (4 días más), Argentina (4 días más), Colombia (3 días más) y Brasil (3 días más), mientras que Panamá, Uruguay, Honduras, El Salvador, México y Nicaragua registraron pequeñas reducciones en los días de exposición.

Resaltó que las disminuciones podrían ser resultado de políticas de adaptación, deforestación o cambios en la disponibilidad de material que se puede quemar debido a siniestros anteriores.

ENFERMEDADES 

El cambio climático influye en el potencial de transmisión de enfermedades transmitidas por vectores y por el agua, como la fiebre del dengue y la vibriosis, que es un padecimiento intestinal causado por una pequeña bacteria presente en pescados y mariscos.

Al respecto, los especialistas subrayaron que todos los países latinoamericanos experimentan un aumento promedio de 54 por ciento en la reproducción del mosquito transmisor del dengue, debido a cambios en los patrones de lluvias y temperatura.

Los mayores aumentos se encontraron en Bolivia (145%), Perú (95%), Brasil (94.5%), Guatemala (70.4%), Colombia (65.8%), Ecuador (59.5%) y Paraguay (59.3%). Estos resultados se alinean con el aumento en el número total de casos de fiebre del dengue en los últimos años, especialmente en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y Perú”, manifestaron. 

Por otra parte, el informe considera que el área costera adecuada para las bacterias Vibrio en América Latina aumentó en 42 kilómetros anuales desde 1982. 

En 2022, la costa adecuada para las bacterias Vibrio era 670 kilómetros mayor (9.5%) que en el periodo 1982-2010. Este incremento también se correlaciona con el aumento en los casos humanos de vibriosis en la región”, apuntó. 

ALIMENTACIÓN

Las sequías prolongadas y los cambios en los patrones de lluvias influyen en la baja producción de alimentos, lo que generó en 2020 casi 870 mil muertes asociadas con dietas desequilibradas en la región. 

De estos decesos, 19.7% se atribuyó al alto consumo de granos refinados; el 18% al alto consumo de carne roja, alimentos procesados y productos lácteos; 14.4% al bajo consumo de verduras y 13.8% a la reducida ingesta de granos enteros. 

En Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Perú, El Salvador y Venezuela, una mayor proporción de muertes fue atribuible al bajo consumo de productos alimenticios de origen vegetal, mientras que en Argentina, Chile, México y Paraguay, una mayor proporción de muertes fue atribuible al alto consumo de productos alimenticios de origen animal y procesados. 

En general, la mayoría de las muertes atribuibles están relacionadas con el bajo consumo de cereales integrales y verduras, especialmente en Venezuela, Nicaragua, Perú, Ecuador, Bolivia, Guatemala, Honduras, México y Paraguay; y el alto consumo de azúcar”, precisó.

El estudio del Centro Regional Lancet Countdown Latin America, que contó con la colaboración del Instituto Nacional de Salud Pública de nuestro país, agregó que las dietas nutritivas con base en plantas, ricas en cereales integrales, legumbres, verduras y frutas están asociadas con menores emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), disminución en el cambio de uso de suelo por presencia de ganado, bajo riesgo de enfermedades no transmisibles y aumento en la esperanza de vida. 

Por otro lado, el consumo excesivo de carnes de origen animal, procesados y azúcares refinadas generan más GEI y prácticas agrícolas intensivas, así como mayores tasas de enfermedades y mortalidad prematura en las poblaciones humanas”, remató.


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